Cuando tenemos un cambio automático, a veces notamos un funcionamiento extraño, no va como siempre, da “tirones”, se nos enciende una alertas en el cuadro del coche que desaparece al volver a arrancar, y no tenemos muy claro qué puede estar sucediendo o la gravedad del fallo. En este artículo vamos a dar respuesta a 6 preguntas habituales en base a ciertos síntomas que nos indican que es el momento de que un taller especializado revise nuestro cambio automático.
1. ¿Qué es una fase de emergencia en el cambio automático?
El coche sale con mucha dificultad y no se detectan cambios de marcha.
Seguramente estos síntomas estén unidos a la aparición de una luz de avería en el cuadro de instrumentos, que puede ser compartida o no con las averías de motor, o un mensaje indicándonos acudir al taller.
Lo más probable es que el cambio automático tenga un problema y se haya activado la fase de emergencia, en el cual el cambio se mantendrá en una relación de marchas alta.
En ocasiones este síntoma desaparece al cortar el contacto permitiendo que el vehículo circule normalmente por un tiempo, hasta que se repitan las condiciones que originan el fallo. Es importante acudir al taller lo antes posible para realizar un diagnóstico e identificar y reparar correctamente el fallo, evitando así daños mayores tanto en nuestro cambio automático como en el resto elementos de la transmisión.
2. ¿Cuándo sé que el cambio automático patina?
Al ir circulando detecto que alguna de las marchas resbala o patinan en el momento de pasar de unas a otras. Puede que ocurra en todas las marchas o solo en alguna de ellas. En este caso notamos que las revoluciones del motor se suben mucho con respecto a la velocidad desarrollada por el coche.
Estamos frente a la posibilidad que nuestro cambio automático tenga un bajo nivel de fluido, o bien que alguno de los embragues o elementos internos tenga una pérdida de presión que ocasione este deslizamiento.
Lo primero sin duda es verificar el nivel de fluido (aceite) del cambio automático, para lo cual hay que comprobar que nuestro coche tenga la posibilidad de hacerlo, de lo contrario debemos acudir a un taller especializado lo antes posible para comprobar el nivel de fluido y evitar así que termine generando daños mayores.
3. ¿Qué otros componentes externos que afecten al cambio automático?
Noto que al pisar el acelerador del coche, se le dificulta avanzar y se aprecian tirones a medida que se va acelerando, o hay un desarrollo pobre en todas las marchas. En este caso hay que tomar en cuenta la posibilidad que el fallo puede ser ocasionado, bien por el cambio automático que presente un mal funcionamiento o bien por una avería en el motor o algún componente, que puede estar acompañado de una luz que indique fallos en el sistema, o no.
En los coches actuales el funcionamiento del tren motriz está muy vinculado y una anomalía en el motor puede perfectamente originar un funcionamiento incorrecto del cambio automático sin ni siquiera presentar fallos en la caja de cambios.
Un mal funcionamiento del caudalímetro, sensor de temperatura, válvula EGR o sensor de posición de acelerador, pueden hacer que el cambio automático detecte una pobre carga del motor, dando como resultado fallos en el funcionamiento del cambio automático o incluso deterioro del mismo.
4. ¿Cómo sé que el convertidor de par tiene algún problema?
Detecto oscilaciones en el cuentarrevoluciones o cuentakilómetros a medida que voy incrementando la velocidad, esto puede estar acompañado de vibraciones en el cambio de velocidades, sobre todo a bajas vueltas del motor o, como se suele decir, a punta de gas.
Seguramente estemos frente a un problema del convertidor de par, el cual este sufriendo un desajuste en la aplicación del embrague puente debido al desgaste, en este caso las oscilaciones o vibraciones tienden a desaparecer si aceleramos fuerte.
También podemos oír ruido como un silbido o sentir vibraciones en el salpicadero del coche, o simplemente perdidas de aceite del cambio automático en la zona donde se acopla al motor, lo recomendable es acudir al taller para realizar un diagnóstico correcto.
5. ¿Qué pasa si noto golpes al enganchar las marchas o al hacer los cambios?
El vehículo funciona correctamente mientras está frio, pero a medida que calienta, se comienza a notar brusquedad al enganchar directa, marcha atrás o ambas, o bien comienza a notarse golpes en el momento de cambiar de marchas.
Seguramente estemos frente a un problema de mal funcionamiento de la caja de válvulas, ocasionado por contaminación en el aceite.
Los cambios automáticos actuales están dotados con controles de presión guiados por múltiples solenoides muy sensibles en su funcionamiento a la presencia de impurezas, una vez que la avería se hace presente, es necesario acudir al taller para solucionar el problema, que en ocasiones y dependiendo del kilometraje del vehículo, estado de la caja de cambios y códigos de avería almacenados, puede ser de menor o mayor dificultad.
6. ¿Cuándo tengo que realizar el mantenimiento del cambio automático?
Es muy común y habitual escuchar comentarios sobre el mantenimiento a los cambios automáticos: “no se cambia el aceite” o “los cambios automáticos no tienen mantenimiento”, dicen algunos.
En realidad, la experiencia dice lo contrario. La vida útil de un cambio automático en la década de los ochenta o noventa era de unos quince o veinte años, hoy se reduce a unos pocos años, sin importar la marca o gama del coche que tengamos. En Auto-Matic, te recomendamos realizar el mantenimiento de tu cambio automático cada 2 años o 50.000 kilómetros para alargar y optimizar su vida útil y aprovechar al máximo sus beneficios y seguir disfrutar por mucho tiempo de la comodidad que brindan.
Lo cierto es que un cambio automático, sí necesita un mantenimiento preventivo, son una parte del tren motriz que ha sido sometido a muchos cambios en su estructura, han pasado en pocos años de disponer de tres o cuatro marchas a tener en la actualidad coches con ocho, nueve y hasta diez marchas.
Anteriormente los cambios automáticos giraban más lentos que los motores y tenían más robustez en su diseño, hoy los cambios giran bastante más rápido que los motores para ayudar a disminuir la contaminación y el consumo de combustible, para hacerlos más eficientes. Por otro lado, a pesar de utilizar aceites sintéticos que no se degradan, siguen manteniendo para su funcionamiento discos de fricción, gomas, arandelas antifricción y casquillos de metal. Todas estas piezas producen partículas y suciedad por estar sujetas al desgaste, aun cuando siguen manteniendo un filtro y en diferentes posiciones imanes para recoger estas partículas. Estos con el tiempo no son capaces de retener todo este desgaste, convirtiéndose en un verdadero problema y el causante de muchas de los fallos que vemos en la actualidad.